Esta reflexión surge a partir
de los avances que ha tenido el desarrollo de intervención en contextos
“sociales y/o vulnerables” a través de la utilización de las técnicas circenses,
hace unos 5 años, la mayoría de las intervenciones eran pensadas desde el papel
por profesionales de las ciencias sociales y llevadas a la practica, por “monitores de Circo” no generando cruces
donde la fusión de ambas disciplinas para poder sistematizar la intervención
psico-socio-artística.
La necesidad de contar con
sistematizaciones, documentos, publicaciones, ayuda a que la praxis del Circo
Social, sea mucho mas consistentes, además de transformarse en una carta de
navegación, de cómo, porque y el para que de la intervención circense.
Como país hemos visualizado,
como desde la practica del Circo, han surgido interés por estudiar profesiones
que pueden ser afines para el desarrollo del circo social, psicología, trabajo
social, sociología, medicina, enfermería, pedagogía; han sido las que mas se
repiten, según las inscripciones que hemos tenido en los 2 congresos realizados
por la Red Chilena de Circo Social.
La necesidad de poder
profesionalizar la fusión de ambas disciplinas, nos ha hecho pensar en múltiples
estrategias, donde el aporte de mi compañera de vida, Pía, han generado varias
ideas, donde la necesidad de visualizar y pensar el circo como un proceso que
transforma, no solo a quien lo practica, sino también a quien puede ver un
espectáculo o un avance de un niño, niña y adolescente, en la tela, en los
malabares, en el clown, genera cambios relevantes a nivel individual, grupal,
familiar y comunitario.
El Circo como ejercicio
político ha sido una reflexión relevante, no desde lo político partidista, sino
desde la influencia y transformación que esta herramienta puede generar en el
espacio publico, desde el ejercicio de participación libre donde el
participante elige ser parte, lo que le permite fortalecer el ejercicio de
opinar con voz, veto y voto; la inclusión siendo el espacio circo, un espacio
de tod@s y para tod@s, ya que las diversas técnicas permite que cualquiera
pueda aprender, no excluyendo a nadie; Ejercicio de derechos, el Circo como un
espacio donde se pueden visualizar los derechos de la infancia y adolescencia,
en su cotidiano, derecho a un nombre, a un espacio seguro para aprender y
jugar, derecho a la salud desde el fortalecimiento del autocuidado, al respeto
por mi cuerpo, ya no como un objeto sino como un instrumento de comunicación,
derecho a no ser maltratado, potenciando la resolución de conflictos de forma
no violenta; y la responsabilidad por hacer cambios tanto en su vida, como en
la de sus compañeros que influyen en la construcción de una nueva forma de
hacer sociedad, igualitaria y justa para tod@s.
Nuestras herramientas para
transformar el mundo, no es un discurso político, ni un arma de destrucción
masiva, ni una imagen que te conmueva, sino una herramienta artística
psico-social, que invita a la risa, a la creatividad, a la sorpresa, a la
magia, a creer y a crear.
Desde esta herramienta, es
necesario la integración de los profesionales sociales, en cada espacio donde
se utiliza el circo social, no como observadores o cientistas, sino como profesionales
capaces de comprender y reflexionar, como las artes circenses pueden generar
cambios y desarrollar habilidades para la vida.
Lamentablemente, en las
formaciones de pre-grado, no existen cátedras, que validen y muestren
herramientas innovadoras de transformación e intervención social, sino mas bien
estas aparecen como buenas practicas, en algún congreso o seminario. Así como
el Circo debe abrir e invitar a las ciencias sociales a conocer sus
potencialidades, se deben abrir espacios para que las intervenciones circenses
u de otras artes, puedan darse a conocer en la Academia, para poder invitar a
los profesionales en formación, a que conozcan y vean en el Circo, nuevas
metodologías de transformación social.
Cuando se realizan tesis de
grado, como la realizada hace muy poco, con Pía, sobre el Circo Social, se lograr
dar a conocer una forma innovadora, que sorprende a los docentes que evalúan
estos proyectos, incluso validan y potencian con sus experiencias lo propuesto
en la investigación, situación que también debe suceder a muchos otros
profesionales, que deben estar realizando este proceso en otros lugares; yo
tuve la oportunidad de conocer 2 tesis que ya están en proceso de terminar,
desde la Psicología Comunitaria y de la Pedagogía en Educación Física.
Esto nos invita a que se hagan
mas investigaciones y que haya mas participación de las ciencias sociales, en
las praxis psico-socio-artísticas que se están llevando a cabo, para que se
puedan seguir validando, no solo como un bello paréntesis en la comunidad,
donde el circo se levanta durante 6 meses o 1 año, con importantes resultados,
pero se acaba el financiamiento, y se acaba el proceso; sino que como un
ejercicio que debe permanecer en la comunidad, y ser evaluado, para generar
sistematizaciones que permitan visualizar el poder que posee el Circo Social,
como herramienta de transformación individual, grupal, familiar, comunitaria y
social.
2 comentarios:
Me encantaría leer tú tesis. Sería posible?está publicada?
beatrizcontreras66@yahoo
estimada esta disponible en la web de la red www.redcircosocial.cl
saludos
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